La Actitud en el Fútbol: Tu Mejor Elección
Es fácil mantener una gran actitud cuando todo va bien en el campo. Cuando el balón parece adherirse a tus pies mientras driblas, cuando tus pases son precisos y cada control es perfecto, el fútbol se siente dulce y todo fluye con naturalidad. En esos momentos, tu confianza se eleva y parece que nada puede salir mal.
Cuando atraviesas un gran momento de forma, no faltan quienes te elogian. Te recuerdan tus jugadas brillantes y llenan tu mente de pensamientos de total confianza. En esos momentos, es fácil creer que nunca volverás a tener un mal día en la cancha.
Pero, ¿qué sucede cuando las cosas no salen como esperabas? ¿Qué pasa cuando sales del campo después de uno de tus peores partidos? Mantener una actitud positiva se vuelve mucho más difícil cuando cometes errores repetidos o cuando te culpan por una derrota.
Es en esos momentos cuando quiero que recuerdes algo crucial: La actitud es una elección. Es una decisión que tomas en cada entrenamiento, en cada partido, y en cada segundo del día, sin importar lo que suceda en el campo. No importa el resultado, cómo hayas jugado, quién seas, el nivel en el que compitas o tu edad; la actitud es siempre tu elección en el fútbol.
Considera a Lionel Messi, por ejemplo. A lo largo de su desarrollo en las categorías inferiores del Barcelona, Messi tuvo que elegir su actitud. Con su físico pequeño, pudo haberse dicho a sí mismo: “No puedo competir con jugadores más grandes”. Sin embargo, optó por una perspectiva diferente. Se habló a sí mismo de manera constructiva: “Puedo competir. Me volveré increíble con el balón en los pies. Tal vez haya jugadores más grandes, pero ellos tendrán que lidiar con mi velocidad, mis habilidades de dribbling y mi inteligencia en el campo”.
Messi eligió una actitud positiva, útil y constructiva, y es esa elección la que lo ayudó a convertirse en uno de los mejores futbolistas del mundo.
A menudo, cuando hablo sobre la actitud como una elección, escucho respuestas como: “Dan, eso suena bien, pero elegir una gran actitud todo el tiempo es difícil. No es fácil”. Y tienen razón. Mantener una gran actitud como futbolista no es fácil. Esto se debe a que el fracaso es una parte inevitable del juego. El fútbol está lleno de momentos en los que fallas: pierdes el balón, fallas una oportunidad clara, o cometes un error que le cuesta el partido a tu equipo.
Esos fracasos pueden desanimarte y hacerte dudar. Pero es fundamental que conviertas esos sentimientos negativos en algo temporal. ¿Cómo? Cambiando tu perspectiva sobre el juego.
El fracaso está bien. Si no estás fallando, probablemente no te estás esforzando lo suficiente. Los mejores rendimientos solo son posibles cuando asumes riesgos, y cuando tomas riesgos, es inevitable que a veces falles.
Deja de contenerte, juega con libertad, toma riesgos y, sobre todo, disfruta del juego. Sí, cometerás errores, pero eso está bien. Lo importante es cómo decides responder a esos fracasos, a los contratiempos, y a los momentos difíciles.
La palabra clave aquí es elección. Tienes la opción de mantener una gran actitud incluso cuando enfrentas el fracaso. Tienes la opción de demostrar una gran actitud después de una serie de partidos mediocres. Puedes elegir tu actitud todos los días, en cada entrenamiento y en cada partido.
Reflexiona sobre las decisiones que tomas respecto a tu actitud, tanto en los entrenamientos como en los días de partido. Esfuérzate por tomar decisiones que te ayuden a mejorar y a rendir mejor. Tu actitud es, al final del día, la herramienta más poderosa que tienes en el fútbol. ¡Úsala sabiamente!
